Kambó, el polémico veneno que se usa en Sudamérica como medicina para curarlo todo

"Unos tres o cuatro minutos después sientes que el fuego te recorre el cuerpo, que una llama parte de los dedos de los pies y llega hasta tu cabeza", recuerda Valdés.
"Notas el corazón en la garganta, te congelas, transpiras", sigue.
La dosis— el número de puntos— y la periodicidad de la aplicación depende de la edad y la constitución de la persona, así como del número de veces que haya utilizado antes la sustancia, explican los chamanes.
"Es como una lucha interna", lo describe por su parte Mauricio González, otro chileno que probó el kambó por primera vez hace tres años y desde entonces se lo aplica con regularidad, siempre que se siente "estresado o falto de energía".
El trance dura unos 15 minutos.
"Es una reacción física al veneno de un sapo. Estás envenenado por un rato", reconoce Valdés.
Y termina en vómito y alivio. Una consecuencia del envenenamiento, explican los científicos. Pero los que lo practican aseguran que así se expulsan las toxinas y los males.
"La mejora es inmediata", dice Fuentes, el chamán Vurú, a lo que añade que a su consulta acuden desde personas problemas de adicción hasta pacientes aquejados de fibromialgia o depresión.
Otros servicios ofrecen kambó como solución para afecciones tan diversas como las inflamaciones en general, el cansancio, la tendinitis, el dolor de cabeza, el asma, la rinitis, alergias de todo tipo, úlceras, la diabetesel estreñimiento, la presión arterial y el colesterol alto, la cirrosis, el estrés, la irregularidad menstrual, la reducción de la líbido o crisis de ansidad.

Image copyrightMedicina Kambo
Image captionEl veneno extirpado a la rana se deja secar en un pedazo de bambú antes de aplicarlo.

Y en internet se pueden encontrar testimonios de quienes aseguran haberse recuperado de todas esas afecciones con kambó.
González cuenta que a su madre le curó un hígado inflamado.
Valdés asegura que, además de quitarse la pena, con el veneno de rana pudo controlar su hipertensión.
"La hermana de mi mejor amiga se estaba muriendo de cáncer. Era un bultico chico", cuenta un caso más extremo.
"Ahora, cuatro años después sigue viva y se pone kambó todos los meses".

Sin pruebas científicas

Sin embargo, científicos advierten que ninguna de las propiedades ni "milagros" que se le atribuyen a la sustancia está científicamente probados.