1. Forra el interior de un zapato con un pantiprotector para absorber el sudor y evitar que tu pie se resbale.
2. Junta dos de los dedos de tu pie, el tercero y el cuarto, con cinta adhesiva antes de usar tacones.
3. Lija las suelas de los zapatos para que se adhieran mejor al suelo.
4. Usa almohadillas en las tiras de los tacones de cuña para que tus pies estén más cómodos.
5. Ablanda un nuevo par de zapatos de tacón usándolos con un par de calcetines gruesos mientras estás en casa.
6. Usa un aerosol adormecedor en tus pies unos diez minutos antes de ponerte un par de zapatos incómodos.
7. Rocía el interior de tus tacones con spray para pelo para que tus pie no se resbalen.