Vinagre para la limpieza
Tener siempre a mano una botellita con vinagre diluido en agua es una manera fácil y económica de contar con un limpiador multiusos. Vaya por delante que el vinagre es corrosivo, con lo que la fuerza de la mezcla puede ser decisiva para no profocar problemas sobre las distintas superficies. En todo caso, si dudamos apliquemos una pequeña cantidad en un lugar discreto y observemos el efecto.
Igualmente, si deseamos suavizar su fuerte olor, dejémoslo macerar con cortezas de cítricos o, como solución más práctica, apliquémoslo en un lugar ventilado si quieremos deshacernos de su característico olor rápidamente. Puesto que se trata de una sustancia que se evapora, al cabo de unos minutos dejará de oler, sin más complicaciones.
También es muy eficaz mezclar el vinagre diluido con otros productos bio, como el bicarbonato de sodio o, si lo queremos jabonoso, con ralladura de una pastilla de jabón tipo lagarto u otros también biodegradables. Si queremos añadir aceites esenciales, el de limón podría ser interesante, y bastará con unas pocas gotitas.
A la hora de aplicarlo agitaremos previamente. No será muy útil para desinfectar, desengrasar y, en general, para lograr una higiene doméstica segura para nuestra salud y el medio ambiente. Su poder de higienización no tiene nada que envidiar a las fórmulas que se comercializan, por lo que por ese lado también podemos estar tranquilos.
Apliquiquémoslo de forma aislada o junto con el lavavajillas, o incluso añadiéndolo a la colada para reducir el efecto calcáreo y mejorar el efecto del suavizante, pongamos por caso. O, puestos a reciclar, hagámonos con un cepillo de dientes usado y, tras hervirlo en agua durante un cuarto de hora lo tendremos listo para ser el aliado perfecto del vinagre, y acabar con la suciedad y cal allí donde se presente.
Más trucos: añadamos dos tercios de vinagre y un tercio de agua en un bol y llevemos a ebullición durante dos minutos en el microondas para desinfectarlo. O hagamos lo propio en el horno usando un recipiente apto para alcanzar altas temperaturas. Y, como método más socorrido, tomemos una esponja empapada en vinagre y agua (también ayudarán el bicarbonato y el zumo de limón) para higienizar el interior de la nevera, microondas o cualquier otro habitáculo o superficie que lo necesite. Por descontado, siempre desenchufando antes de realizar la limpieza.
Usos en el jardín
Si queremos eliminar malas hierbas el vinagre puede ayudarnos a conseguirlo sin necesidad de usar herbicidas químicos. O, por ejemplo, nos será muy útil para acabar con los insectos de tipo tipo. Para ello, pulvericemos la planta con una mezcla de vinagre, agua y tres cucharadas de posos de café, aplicando una vez a la semana.
Cosmética con vinagre
Las propiedades antifúngicas y desinfectantes del vinagre también podemos aprovecharlas para el cuidado de la piel. Correctamente diluido, no es agresivo, y puede ayudar a curar afecciones cutaneas
Resulta muy recomendado para las pieles mixtas o grasas, pues también ayuda a cerrar los poros y diluido con agua de manantial puede convertirse en un cosmético muy interesante para mejorar el aspecto de las pieles grases o irritadas. El pelo, por su parte, puede adquririr mucho brillo si lo aplicamos en el último enjuague, y su poder equilibrador también ayuda a mantener en buen esado el cuero cabelludo.
Alimentación saludable
Por último, el vinagre es rico en flavonoides (antioxidantes muy beneficiosos para la salud), vitaminas y minerales. Si hablamos del vinagre de manzana, tendrá propiedades similares a las que encontramos en esta fruta o, si se trata de vinagre de vino, las propias de la uva.
Al fin y al cabo, se producen a partir de ellas, si bien el proceso las altera. Respondiendo a una pregunta que probablemente te hagas, su acidez no acidifica el organismo. Muy al contrario, son alimentos alcalinizantes. Junto con sus cualidades antioxidantes, controla los radicales libres, desintoxica y mejora la digestión, entre otros beneficios.
Tener siempre a mano una botellita con vinagre diluido en agua es una manera fácil y económica de contar con un limpiador multiusos. Vaya por delante que el vinagre es corrosivo, con lo que la fuerza de la mezcla puede ser decisiva para no profocar problemas sobre las distintas superficies. En todo caso, si dudamos apliquemos una pequeña cantidad en un lugar discreto y observemos el efecto.
Igualmente, si deseamos suavizar su fuerte olor, dejémoslo macerar con cortezas de cítricos o, como solución más práctica, apliquémoslo en un lugar ventilado si quieremos deshacernos de su característico olor rápidamente. Puesto que se trata de una sustancia que se evapora, al cabo de unos minutos dejará de oler, sin más complicaciones.
También es muy eficaz mezclar el vinagre diluido con otros productos bio, como el bicarbonato de sodio o, si lo queremos jabonoso, con ralladura de una pastilla de jabón tipo lagarto u otros también biodegradables. Si queremos añadir aceites esenciales, el de limón podría ser interesante, y bastará con unas pocas gotitas.
A la hora de aplicarlo agitaremos previamente. No será muy útil para desinfectar, desengrasar y, en general, para lograr una higiene doméstica segura para nuestra salud y el medio ambiente. Su poder de higienización no tiene nada que envidiar a las fórmulas que se comercializan, por lo que por ese lado también podemos estar tranquilos.
Apliquiquémoslo de forma aislada o junto con el lavavajillas, o incluso añadiéndolo a la colada para reducir el efecto calcáreo y mejorar el efecto del suavizante, pongamos por caso. O, puestos a reciclar, hagámonos con un cepillo de dientes usado y, tras hervirlo en agua durante un cuarto de hora lo tendremos listo para ser el aliado perfecto del vinagre, y acabar con la suciedad y cal allí donde se presente.
Más trucos: añadamos dos tercios de vinagre y un tercio de agua en un bol y llevemos a ebullición durante dos minutos en el microondas para desinfectarlo. O hagamos lo propio en el horno usando un recipiente apto para alcanzar altas temperaturas. Y, como método más socorrido, tomemos una esponja empapada en vinagre y agua (también ayudarán el bicarbonato y el zumo de limón) para higienizar el interior de la nevera, microondas o cualquier otro habitáculo o superficie que lo necesite. Por descontado, siempre desenchufando antes de realizar la limpieza.
Usos en el jardín
Si queremos eliminar malas hierbas el vinagre puede ayudarnos a conseguirlo sin necesidad de usar herbicidas químicos. O, por ejemplo, nos será muy útil para acabar con los insectos de tipo tipo. Para ello, pulvericemos la planta con una mezcla de vinagre, agua y tres cucharadas de posos de café, aplicando una vez a la semana.
Cosmética con vinagre
Las propiedades antifúngicas y desinfectantes del vinagre también podemos aprovecharlas para el cuidado de la piel. Correctamente diluido, no es agresivo, y puede ayudar a curar afecciones cutaneas
Resulta muy recomendado para las pieles mixtas o grasas, pues también ayuda a cerrar los poros y diluido con agua de manantial puede convertirse en un cosmético muy interesante para mejorar el aspecto de las pieles grases o irritadas. El pelo, por su parte, puede adquririr mucho brillo si lo aplicamos en el último enjuague, y su poder equilibrador también ayuda a mantener en buen esado el cuero cabelludo.
Alimentación saludable
Por último, el vinagre es rico en flavonoides (antioxidantes muy beneficiosos para la salud), vitaminas y minerales. Si hablamos del vinagre de manzana, tendrá propiedades similares a las que encontramos en esta fruta o, si se trata de vinagre de vino, las propias de la uva.
Al fin y al cabo, se producen a partir de ellas, si bien el proceso las altera. Respondiendo a una pregunta que probablemente te hagas, su acidez no acidifica el organismo. Muy al contrario, son alimentos alcalinizantes. Junto con sus cualidades antioxidantes, controla los radicales libres, desintoxica y mejora la digestión, entre otros beneficios.