En 1812, el viajero suizo J. L. Burckhardt redescubrió la antigua ciudad de Petra, «una ciudad roja como una rosa y tan antigua como el tiempo», que fue la próspera capital de los nabateos durante unos 500 años, desde el siglo II a.C. hasta, principios del siglo IV d.C.
Petra ciudad de Piedra Jordania
Lo que convierte a Petra en uno de los monumentos arqueológicos más espectaculares del mundo es su emplazamiento, rodeado de montañas peladas, más los fabulosos relieves realizados por los nabateos, y las construcciones romanas añadidas tras la anexión de la ciudad en 106 d.C. A Petra sólo se puede llegar por una estrecha garganta de 600 metros, el Siq, que discurre entre paredes casi verticales de 100 metros de altura. Este acceso resultaba inexpugnable, y se podía defender con un pequeño grupo de soldados.
Petra ciudad de Piedra Jordania
Lo que convierte a Petra en uno de los monumentos arqueológicos más espectaculares del mundo es su emplazamiento, rodeado de montañas peladas, más los fabulosos relieves realizados por los nabateos, y las construcciones romanas añadidas tras la anexión de la ciudad en 106 d.C. A Petra sólo se puede llegar por una estrecha garganta de 600 metros, el Siq, que discurre entre paredes casi verticales de 100 metros de altura. Este acceso resultaba inexpugnable, y se podía defender con un pequeño grupo de soldados.